La polémica sobre los CIE en España

Tras el motín acontecido en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche (Madrid), todos los focos mediáticos se centran durante estos días en los diferentes centros para extranjeros repartidos por todo el país. Son muchas las voces que se han alzado criticando el mal estado que sufren sus instalaciones, sobretodo en cuanto a seguridad y salubridad se refiere. Pese a que el número de estos centros ha descendido, ya que en la actualidad hay 7 operativos pero hace algunos años había 17 CIE en toda España, los problemas siguen persistiendo y ya son varias las ONGs que señalan los grandes problemas que presentan con tal de ponerles solución a la mayor brevedad posible.

Concretamente se destaca la falta de higiene y de seguridad presentes en los CIE del país. Incluso los retretes se cuentan por uno para cada 20 internos, conllevando un estado insalubre para los residentes. Teniendo en cuenta que sus voces tienen poca o nada de fuerza, no ha sido hasta la huelga de hambre acontecida en el CIE de Aluche para que muchos de nosotros seamos conscientes de la situación vivida desde hace ya muchos años en estos centros. Incluso el número de funcionarios que trabajan aquí son realmente escasos y no dan abasto en la mayoría de casos. Es por ello que es en ocasiones de amotinamiento, las fuerzas de la autoridad no pueden frenar un imprevisto de este tipo. Algunos inmigrantes que han vivido la experiencia en primera persona comparan la situación con la de una cárcel de un país del tercer mundo, y que las similitudes en este caso son mayores que las diferencias entre ambos centros.

Volviendo al inicio de la revuelta, por primera vez una huelga de hambre llevada a cabo por los internos del CIE de Aluche en Madrid ha conseguido poner el dedo en la herida y manifestar públicamente las carencias que experimentan este tipo de centros. En muchos casos el número de internos dobla el permitido por condiciones de espacio e higiene, encontrándonos situaciones vergonzosas en las que se mira para otro lado y no se soluciona el problema de raíz. Teniendo en cuenta que ni la Jefatura Superior ni la Dirección General de Policía informa sobre el número de funcionarios y trabajadores de este tipo de centros en nuestro país alegando motivos de seguridad, es difícil verificar la falta de personal. No obstante, con acontecimientos ocurridos como los de Aluche, o bien reiterados intentos de huida en estos centros, nos dan que pensar sobre la escasez de funcionarios presentes en los CIE.

Además del motín que se originó dentro del centro, fueron numerosas las muestras de protesta que se vivieron a las puertas del lugar. Muchos ciudadanos se acercaron para protestar por lo que muchos declaran una verdadera vergüenza para nuestra sociedad. La situación parece ya insostenible y el único paso viable que ha ido ocurriendo durante los últimos años es que estos centros se declaren en falta de medios y cierren sus puertas, motivo por el cual el número de centros se ha reducido drásticamente en los últimos años, además de la bajada de inmigración. No obstante, los centros operativos no dan abasto y pasan de ser centros de acogida cuya función principal es la de cuidar y atender a los internos mientras la situación legal se aclara, a convertirse en cárceles para inmigrantes.

Recordemos que el pasado año 2011, una interna congoleña del CIE de Madrid, portadora del VIH falleció en el centro tas denegarle en numerosas ocasiones la asistencia médica. Muchas voces indican que la muerta de esta mujer podría haberse evitado si en el CIE de Melilla, primer centro en el que estuvo interna, o en el de Madrid se hubieran tomado las medidas oportunas ante tal acontecimiento. Además, en otros centros del país se han constatado plagas de chinches y garrapatas, multitud de agresiones entre internos e incluso intentos de suicidio. Una situación lamentable que gracias a protestas como las de Aluche consiguen llamar la atención de los medios y reflejar una verdad que muchos intentan ocultar o tapar. Sin embargo, quizá esta ha sido la gota que ha colmado el vaso y por fin se tomen medidas al respecto.