Los errores más comunes de la Internacionalización
Apostar por la internacionalización no es fácil. Tiene muchas ventajas, sí: podemos crecer exponencialmente, aumentar la cuota de mercado, llegar a un público diferente, etc. Pero también hay que apostar fuerte y saber que no todo saldrá bien a la primera. Antes de tomar una iniciativa así, debemos tener claros nuestros objetivos a medio y largo plazo y los diferentes costes que pueda suponer. Solo así nos podremos asegurar el éxito.
Son muchos los que han iniciado el proceso y han visto cosas que podrían haberse mejorado de haberlo sabido antes. Os dejamos a continuación con algunos de los errores más comunes para que empieces con buen pie.
Los errores más comunes
- No diferenciarse: a día de hoy, la mayoría de empresas ya están haciendo negocios fuera. Llegar y besar el santo es muy difícil, puesto que la competencia ya está allí y seguramente ya le va bastante bien. Para poder hacerse un hueco es necesario ofrecer algo que las otras empresas no estén ofreciendo, así poder abrirse paso. Intenta buscar también lugares en donde aún no haya mucha competencia, para poder hacerte visible más rápidamente.
- Hacer lo mismo que hacemos en España: muchas empresas salen al exterior siguiendo los mismos patrones que se siguen en nuestro país. Esto está mal, ya que cada país tiene su forma de funcionar y sus propias leyes. No porque una cosa funcione en un lugar significa que tiene que funcionar en otras partes.
- Precipitarse: las decisiones no pueden tomarse de un día para otro. Salir el exterior implica un análisis previo exhaustivo de la situación, para comprobar si realmente nuestros productos tienen o no salida. También es importante que antes de dar cualquier paso podamos ejercer una pequeña red de contactos en el país en donde tenemos pensado ir para poder conocer de primera mano la situación y las particularidades del mercado al cual nos queremos dirigir.
- Tener el apoyo de todos no solamente es importante sino que es esencial. Cada persona en la empresa debe creen en ello, sobre todo los que tienen poder de decisión. Salir al extranjero supone muchos gastos, más de los que nos imaginamos en un principio.
- No focalizarse: cuando una empresa tiene muchos productos y quiere iniciar un proceso de internacionalización, debe pensar en lo que quiere exportar. Pensad que cuantos más productos más gasto supone, y más si tenemos que hacer traducciones y campañas publicitarias. Es mejor empezar con una pequeña selección e ir a por todas que mostrar una cantidad muy grande y quedarnos sin los recursos suficientes para hacerlos llegar.
- Problemas de financiación: salir al exterior, como ya hemos dicho, supone un gasto muy elevado. Si necesitamos financiación debemos centrarnos en una campaña muy concreta para que éstos puedan dar beneficios más rápidamente. No nos conviene entrar en un círculo en donde gastemos más de lo que invertimos, ya que a la larga podría suponer la ruina de la empresa.
- Olvidarse del talento de las personas: es uno de los grandes errores. Para llevar a cabo los procesos con éxito, debemos tener personal formado y que conozca bien los procesos de internacionalización y el país en donde queremos desembocar.
- Pensar solo en ofrecer precios baratos: es normal que una de las técnicas que queramos usar es el de ofrecer productos más baratos para que vengan más clientes. Pero a menudo estos precios nos bastante difíciles de ofrecer porque el hecho de salir al exterior ya supone un gasto bastante grande. Hasta que la cosa no esté un poco rodada no podemos saber con exactitud cuánto nos cuesta cada acción ni cada producto en su totalidad (contando costes directos e indirectos).
- Centrarnos en nuestro objetivo: por último, no debemos olvidar nunca nuestro objetivo, que básicamente es el de hacer dinero y aumentar capital. Debemos llevar las cuentas muy al día para saber si estamos haciendo lo que buscamos o no, y en función de ello, modificar si cabe alguna de las acciones que estemos llevando a cabo.