Posible impacto económico del Brexit

La posible salida del Reino Unido de la Unión Europea está copando las portadas de todos los diarios y noticiarios europeos. Y es que toda Europa opina sobre el Brexit y las posibles consecuencias económicas, tanto para los ingleses como para el resto de la comunidad europea. Frente al miedo inicial que puede provocar cualquier cambio en nuestra economía, es importante conocer las consecuencias reales que puede suponer el Brexit y, una vez establecidas, formar una opinión al respecto basada en los pros y los contras de dicha decisión tan importante para todos los miembros de la Unión Europea.

Por una parte, atendemos a la opinión de numerosos economistas que afirman que, para el Reino Unido, una salida de la UE podría acarrear más gastos que beneficios para el país. No obstante, hay variantes de todo tipo dentro de esta corriente. Por un lado, los más catastrofistas apuntan a que la salida del Reino Unido de la Unión Europea supondría un verdadero desastre para la economía del país. No obstante, otros indican que posiblemente hubieran problemas económicos durante los primero años, pero que éstos se irían solventando poco a poco gracias a la fuerza económica y a la capacidad de recuperación con la que cuentan los ingleses. Así mismo muchos parecen coincidir en que la depreciación de la libra sería una consecuencia inevitable con tal de recuperar competitividad en el mercado económico.

Pero para el resto de Europa, ¿cuáles serían las consecuencias? ¿Cómo afectaría a España la salida del Reino Unido de la Unión Europea?Se prevé que el mayor impacto para nuestro país sería en el sector turístico. Además, los británicos que residen actualmente en España no podrían disfrutar de los servicios sanitarios si su país de origen deja de ser comunitario.A la espera de conocer los resultados del referéndum que se celebrará el próximo día 26 de junio de 2016, muchas son las cábalas que intentan descifrar las posibles consecuencias de dicha salida de la Unión Europea. Y es que los efectos colaterales en la eurozona serían evidentes. Algunos apuntan a beneficios para ciudades como París, Frankfurt, Dublín o Amsterdam, ya que podrían convertirse en el centro financiero de esta nueva Europa, repartiéndose así el hueco dejado por el Reino Unido. No obstante, se estima que estas mejoras no sean más que pequeños despuntes iniciales que, con el paso de los años, no sean unos beneficios realmente importantes para la economía de dichos países.

Así mismo, también estaría por ver el tipo de relación que mantendría el Reino Unido tras el Brexit. Había que comprobar si seguirían contribuyendo en algunos aspectos de la economía de Europa, tal y como hacen otros países como Suiza o Noruega. No obstante, quedándonos en los efectos inmediatos que podría tener en el ciudadano medio, existe una cierta incertidumbre en todos esos inmigrantes que hoy por hoy se ganan la vida en el Reino Unido. Puede que para los que tengan un trabajo estable, no experimenten ningún tipo de diferencia entre el estado actual y la salida de la Unión Europea. Pero para todas aquellas personas que están pensando en irse a Reino Unido para buscar trabajo, la facilidad de movimiento que tenemos hoy día probablemente se vería afectada en gran medida.

En este sentido, algunas empresas que tienen su base financiera en el Reino Unido ya se han manifestado frente al Brexit, indicando que se plantearían trasladar su plantilla a territorio continental. También podría conllevar una subida en los tipos de interés y en los impuestos. Quizá todas estas predicciones catastróficas son las que han decantado la balanza en estos últimos días hacia el “no” al Brexit, en contra de la tendencia inicial al “sí”. Las manifestaciones en medios de comunicación sobre ambas opiniones han conseguido que la población inglesa se interese más que nunca a la hora de dejar bien clara su opinión en el referéndum del 26 de junio. Y es que muchos indican que en su día no pudieron decidir sobre la inclusión de su país en la Unión Europea. Ahora las cosas han cambiado, y ya sea para dar el visto bueno o rechazar el Brexit, se prevé que la asistencia a las urnas sea elevada.