El Gobierno concede un permiso de trabajo y residencia de 2 años a jóvenes migrantes incorporados a trabajos en el campo
El Real Decreto Ley de 16 de mayo de 2020 ha supuesto un gran avance en lo que a la agilización y flexibilización del proceso de incorporación de los jóvenes migrantes al mercado laboral.
La complejidad burocrática entorpece la regularización de la situación de estos jóvenes al llegar a la mayoría de edad. Así, y a pesar de estar años bajo la tutela de las comunidades autónomas, es un hecho que solo un pequeño porcentaje logra regularizar su situación.
En este estado de las cosas llegan a darse hechos tan contradictorios como que los jóvenes reciban una formación profesional en los centros de menores, pero no puedan acceder al mercado laboral por no contar más que con un permiso de residencia de carácter no lucrativo, esto es, un permiso que no les permite trabajar en el país.
Si deseas saber más sobre este particular, en jdimmigration.es te explicamos cuáles son las novedades que se establecen en este real decreto y quiénes pueden beneficiarse con las medidas adoptadas en el mismo.
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¿Qué establece el Real Decreto Ley de 26 de mayo de 2020?
Ya a comienzos de marzo de 2020 se estableció una primera medida, también auspiciada por la Secretaría de Estado de Migraciones, y que tenía como objetivo flexibilizar el mercado laboral para los jóvenes inmigrantes.
A tal efecto se dieron una serie de instrucciones que tuvieron como objeto que los inmigrantes menores de edad contasen tanto con la autorización de residencia como con una autorización de trabajo a partir de los 16 años.
Ambas autorizaciones se obtenían de manera automática y les conferían los mismos derechos que cualquier joven de su edad sin tener que afrontar toda la burocracia y papeleo que tiene aparejados la solicitud de un permiso de trabajo.
Como refrendo de esta primera medida el Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto Ley de 26 de mayo de 2020.
Un real decreto que, además de medidas para el ámbito agrario, económico, científico, laboral y de la Seguridad Social para paliar los efectos económicos de la pandemia, se establece la concesión de una autorización de trabajo y residencia de dos años de duración y renovable por otros dos.
Una concesión pensada para todos aquellos jóvenes migrantes incorporados a los trabajos de recogida el campo durante la pandemia el coronavirus y que, además de regularizar su situación jurídica, les permitirá trabajar en cualquier sector.
Esta nueva concesión de permiso de residencia y trabajo para los jóvenes inmigrantes se llevará a cabo sin perjuicio de que, para la obtención del de larga duración, se tengan también en cuenta todos los períodos de residencia de carácter legal y continuado de los que hayan sido titulares en esta u otras autorizaciones.
¿A quiénes beneficia este real decreto?
Con estas medidas se verán beneficiados todos los jóvenes migrantes que durante la actual crisis sanitaria provocada por el coronavirus han estado y están trabajando en el campo realizando la recogida de alimentos.
Ya en el pasado mes de abril se aprobó otro Real decreto ley, el 13/2020, en el que se adoptó una serie de medidas urgentes al objeto de paliar la situación de los jóvenes extranjeros con autorización de residencia no lucrativa, pero sin permiso de trabajo, y que tenían intención de incorporarse al mercado laboral postulándose para las ofertas de empleo agrario.
Los jóvenes que se acogieron a este real decreto podrán tener acceso a una autorización de residencia y de trabajo cuando finalice la vigencia de su permiso de trabajo actual.
Esta autorización tendrá una vigencia de dos años, con posibilidad de poder renovarlo por otros dos años más, teniendo validez en todo el territorio nacional y pudiendo optar a trabajos en cualquier sector de actividad laboral.
Además, todas las medidas extraordinarias del real decreto, pensadas para facilitar la contratación de unos 80.000 nuevos trabajadores, verán su plazo ampliado del 30 de junio hasta el 30 de septiembre.
Un plazo de tres meses durante los que se podrá seguir contratando tanto inmigrantes como desempleados como temporeros al objeto de asegurar mano de obra suficiente para la recogida de alimentos.
Esta autorización de trabajo de dos años sin limitaciones por sector ni por localización supone un avance para la incorporación de los jóvenes inmigrantes al mercado laboral y un reconocimiento por su contribución al sostenimiento el sector agrícola durante la crisis.
Un real decreto ley que favorece la inclusión de estos jóvenes al permitirles trabajar también en otros sectores laborales que se adecúen más a su formación o sus inquietudes.