Políticas de inmigración en la Unión Europea

Tras la creación de la Unión Europea, la política de inmigración en el continente europeo ha variado enormemente. Desde la retirada de aranceles entre los estados miembro, hasta la creación del espacio de Schengen.

En los últimos años, debido a la crisis migratoria, sobre todo proveniente de Oriente Medio, se ha reabierto el debate entre los países miembros acerca de la apertura o limitación de la migración. Además, han tenido que actualizar y ajustar mucha legislación al respecto, para adaptarse a la actualidad. Lo cual ha traído una gran controversia, no solo entre los dirigentes europeos, sino también entre los propios conciudadanos.

Crisis en las fronteras

Europa siempre ha sido una zona de acogida de inmigrantes. Hace unos años, sobre todo en España, hubo mucha inmigración procedente de América del Sur. En ese momento, no se vio como un problema, sino como una manera de obtener mano de obra, ya que Europa vivía una época de crecimiento, donde había muchos puestos de trabajo por cubrir.

Los problemas de los que huyen los inmigrantes actuales pueden ser distintos, pero el objetivo que buscan es el mismo: una vida mejor. Desde hace bastantes años, el flujo migrante proveniente de África ha ido en aumento, debido a la inestabilidad política y social que viven, en mayor o menor medida, todos los habitantes del continente. Esto hace que se vean obligados a buscar en otras tierras, las oportunidades de vivir o incluso sobrevivir.

La crisis más reciente, y tal vez la más visible, dada su magnitud, es la que está viviendo el pueblo Sirio. Actualmente, se están viendo obligados a huir de una guerra que no desean, malvivir en campamentos de refugiados a las afueras de Grecia, o siendo reubicados a la fuerza.

Grandes diferencias de opiniones entre los europeos

Los diversos países de la zona este de la Unión Europea han adoptado distintos enfoques. Pasando por la política de acogida de Alemania, el cierre de fronteras total en los Balcanes, o la permisividad de Grecia con los campamentos de refugiados.

El auge de partidos de extrema derecha que incluyen en su programa de política exterior el cierre de fronteras, o de expulsión o trato indigno a los inmigrantes ya establecidos, deja entrever un sentimiento de rechazo y falta de empatía por parte de cierto sector de la ciudadanía. Aparte de un crecimiento de comentarios de índole racista en internet y las redes sociales.

Por suerte, no todos los europeos viven esta situación de la misma manera, y son muchas las personas que tratan de ayudar y exigen una mayor actuación por parte de la Unión Europea para ayudar a estos desplazados por las desigualdades, la guerra, la hambruna, etc.