Debido a la compleja situación que vive Venezuela, el Ministerio de Interior español decidió que iba a facilitar la estancia legal de ciudadanos venezolanos bajo la premisa de ayuda humanitaria. Se tiene en cuenta el estado actual de su país y se tramitarán solicitudes que habían sido rechazadas por la vía convencional.

Si bien es cierto que esto abre las puertas a un gran número de venezolanos que están deseando salir de su país, el Gobierno ha querido dejar claro que no se van a efectuar asilos «de forma masiva». A fin de cuentas, la solidaridad del ejecutivo español no puede ser infinito y debe atender sus necesidades nunca en detrimento de los propios ciudadanos.

Más opciones de conseguir la residencia

La solución técnica que va a ejecutar el Ministerio del Interior respecto al asilo de venezolanos que huyen de su país junto en colaboración con otros como el de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación y Justicia, consiste en que aquellos venezolanos a quienes se les deniegue el asilo, tengan la opción de obtener la residencia por motivos humanitarios de protección internacional, siempre estudiando el caso de cada individuo de manera independiente.

Esta residencia, además, se otorgará durante un año con opción a prorrogarlo anualmente tras pasar por la pertinente revisión. La concesión de la residencia por razones humanitarias viene contemplada en la Ley de Asilo y también en el Reglamento de la Ley Orgánica 4/2000, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social.

Esto ocurre porque el Consejo de Ministros ha visto que la acogida de ciudadanos venezolanos tenía una necesidad imperiosa. Para comprobarlo no hay más que ver que el número de solicitudes de asilo internacional ha aumentado de 58 a 20 mil en apenas ocho años (2011-2018). Esto nos da una idea de que no solo se trata de una cuestión política y social, sino que por una cuestión o por otra, los habitantes deciden que necesitan salir de su país para llevar una vida digna. Lógicamente, eso es un derecho universal que no se le puede negar a nadie.

Sin entrar en cuestiones políticas, la realidad es que el clima político ha ido enmarañándose cada vez más, y el enfrentamiento político entre Maduro y Guaidó ha acabado por romper el país en dos. La experiencia nos dice que esta clase de divisiones no suelen llevar a nada bueno, e incluso hay personas que auguran que podríamos estar a las puertas de una guerra civil, máxime teniendo en cuenta que ya se empiezan a ver voces discordantes dentro del ejército.

Evidentemente, cualquiera se siente con la obligación moral de tender una mano a aquellas personas que lo necesiten. En esa línea, el gobierno español ha decidido abrir una nueva vía de acogida para aquellas personas que a través de los métodos tradicionales se les deniegue ese asilo.

Solidaridad de España con el pueblo venezolano

Isabel Goicoechea, la subsecretaria de Interior, afirma que se trata de «una situación grave», por lo que el volumen de peticiones ha aumentado exponencialmente. En 1992, el año de creación de la Oficina de Asilo y Refugio, apenas 3 mil personas solicitaron venir a España. En 2018, esa cifra ascendió a 39 mil.

Según los datos oficiales, en España había 95633 personas venezolanas empadronadas el 1 de enero de 2018, 10 veces más que hace veinte años. Sin duda, es uno de los países que más inmigrantes aporta a nuestro país, aunque hay otros con más peso en ese sentido, como Marruecos o Rumanía.

Parece que esta tendencia al alza va a continuar en los próximos tiempos, ya que son capaces de encontrar trabajo y un nivel de vida mucho mejor que en su país de origen. Eso provoca lo que se conoce como «efecto llamada», y familiares y amigos se animan a cruzar el charco y busca un horizonte nuevo en España.

Es una lástima que esos flujos migratorios se deban a la inseguridad que se ha generado en Venezuela, pero es destacable la buena labor del Gobierno de España en esta situación.