Desde que empezó la crisis económica, son muchas las personas que se han ido al extranjero a buscarse nuevas oportunidades. Hay de todo, pero la mayoría son jóvenes que, recién titulados, ven como sus esperanzas de encontrar trabajo en su país son muy pocas (además de mal pagadas).

La emigración y la crisis

Este artículo, publicado ya hace algún tiempo, indica que según datos del Eurostat (la institución que se encarga de realizar informes estadísticos a nivel europeo y que forma parte de la Unión Europea) España es el país de Europa que más población ha perdido, siendo la causa principal la emigración por la crisis.

Una de las cosas que destaca en análisis es el hecho también de que son pocas las personas que vienen a nuestro país en busca de oportunidades, por lo que la diferencia entre los que se van y los que vienen es muy alta, llegando a una diferencia de 162.000 personas.

Estas estadísticas coinciden con las que se publican en el INE (Instituto Nacional de Estadística) que se publican también anualmente.

El país que se encuentra justo al otro lado es Alemania. Este país europeo es uno de los más escogidos a la hora de buscarse la vida fuera. Aunque se vayan muchas personas, son más las que entran, lo que ha supuesto un incremento de la población de unas 196.000 personas aproximadamente. Normalmente los países más al norte tienen más incremento, mientras que los países del sur, es todo lo contrario. La excepción es Italia, aunque la razón principal de su incremento son todas las personas que llegan desde el continente africano.

¿Cuáles son los motivos por los que la gente se va?

A todas estas razones se les deben añadir la parte negativa, pues irse a trabajar al extranjero no es una cosa fácil de entrada. Si se va a la aventura es posible que se tarde bastante en encontrar alguna cosa (y más de lo propio), por lo que siempre es mucho mejor buscar trabajo desde España e irse con alguna cosa segura (existen muchos portales de ofertas de empleo en el exterior).

No todo son cosas positivas: los alquileres suelen ser mucho más caros y también se pagan bastante más impuestos en general, por lo que se debe estar muy seguro a la hora de dar el paso. Son muchas las personas que se van y que acaban trabajando en restaurantes de comida rápida sin que ese fuera su objetivo.