Una traducción jurada es aquella que certifica que un documento está traducido de forma oficial y que por tanto es válido para ser usado en otro país. Normalmente estas traducciones se hacen para demostrar que se tienen ciertos títulos académicos, contratos, documentación administrativa, etc. Estas traducciones las elaboran personas que están oficialmente validadas para ejercer dicho trabajo (traductores jurados), por lo que no sirve que un conocido te haga una traducción. Deberá ser siempre una traducción oficial, con el sello correspondiente y la firma de la persona que la ha hecho.

Traducción jurada de calidad

Destacamos la importancia de que la traducción sea buena porque una vez tenemos el documento, será tan válido como el original. Es por eso que queremos alertar de algunas malas prácticas que se desarrollan alrededor de este oficio.

Metodología a seguir

La realización de una traducción jurada puede hacerse de varias formas, ya que a día de hoy nuestra legislación no lo regula completamente sino que apunta solo algunos aspectos que refrieren, mayormente, a cuestiones de forma. Esto, que podría ser un gran problema, no lo es tanto porque a nivel internacional hay códigos de buenas prácticas que han ido sirviendo para homogenizar al máximo la manera de hacerlo.

Estos son los criterios específicos establecidos:

Todos estos elementos comentados nos pueden dar una idea de cómo es de importante que dichas traducciones sean elaboradas por personas cualificadas y con certificado visible, ya que no son traducciones sencillas y a nadie le conviene que se hagan mal. Confía siempre en buenos profesionales: quizá te salgan un poco más caros al principio, pero sin duda a la larga son mucho mejores y siempre sabrás a quien recurrir en caso de un problema posterior.