La firma digital. Qué es y cómo usarla

La firma digital es un trámite cada vez más frecuente en la gestión diaria.

Sirve para que de una forma segura y encriptada se puedan firmar documentos de manera digital y que sean igual de válidos que si la forma se hubiera realizado de forma presencial.

Además, cuentan con un sistema de seguridad que permite que se pueda comprobar que no han habido manipulaciones por parte de terceros y que por tanto el texto de conserva de forma secreta e íntegra, evitando así no sólo la manipulación sino también la falsedad, si la hubiera.

Firma digital. Características y usos.

Características básicas

Únicas

Las firmas digitales tienen que ser irrepetibles. Solamente podrá hacerla su propietario (no habrá firma sin propietario, ya que toda firma debe depender de una persona, el firmante).

Infalsificables

Al ser material encriptado, resulta muy difícil (por no decir imposible) realizar una falsificación de la firma. Esto se consigue con programas informáticos creados para este fin, cosa que sirve también para proteger su contenido.

Verificables

Sería un problema si después de tantas medidas de seguridad no puede verificarse su autor. Es por eso que estas firmas deben ser fácilmente verificables, no solo por quien las recibe sino también por autoridades si fuera el caso (ejemplo: un proceso judicial)

Innegables

Si bien deben ser fáciles de verificar, otro requisito es que no se puedan negar, es decir; la persona que la ha realizado no podrá en un futuro hacer como si no fuera suya.

Viables

Por último, las firmas digitales no tienen que ser muy complicadas de realizar. Una cosa es la tecnología que hay detrás, otra es que al firmante no le suponga mucha complicación.

Algunas de las aplicaciones más comunes para este tipo de firmas son: mensajes importantes en los que se requiera autenticidad o aceptación, contratos, facturas, gestión de dinero electrónico, voto electrónico, trámites de la administración pública, etc.

Cada vez son más los sectores que apuestan por facilitar los trámites con esta nueva tecnología, teniendo en cuenta que cada vez hay más gente que realiza sus trámites cotidianos a través del ordenador y no de forma presencial (ejemplo: la banca online).

Para verificar que una firma digital es auténtica existen varias cosas a considerar

Uso correcto de la clave

Por parte del firmante: esta clave no siempre es la misma, ya que para asegurar la seguridad se pueden dar casos de que se pongan fechas de caducidad. Estas fe-chas lo que hacen es que se pueda delimitar temporalmente el uso que se le va a hacer, de manera que una vez pasado el período, la clave quede inutilizada.

Otro caso sería lo que se llama “un sello de tiempo” (timestamping)

Como en el primer caso, el sistema se basa en un parámetro temporal, que en este caso delimita que la obra resultante (documento firmado, por ejemplo) tenga una validez de un tiempo concreto, como por ejemplo una hora. Si pasada esta hora el documento no se ha abierto ni se ha comprobado, dejará de estar disponible.

Clasificación de los tipos de firmas digitales

La clasificación de los tipos de firmas digitales existentes se puede hacer de varias maneras, según los criterios que se tomen a la hora de hacer la valoración.

Así, podemos hacer la clasificación en función de cómo se haga la firma, en función de si usa o no información aleatoria, en función de si para verificar la firma se necesita o no ver el mensaje original o bien en función de si se necesita o no a una entidad que haga de árbitro.

Este último caso, por ejemplo, es cuando por causas de reforzar la seguridad se determina que haya una tercera persona (aparte del emisor y receptor) para que tenga la clave para descifrar el mensaje.

Como existen muchos métodos, lo mejor es asesorase por un profesional en el momento de necesidad.

Ellos os sabrán aconsejar sobre qué modo es mejor según vuestra situación y el tipo de mensaje que quer-áis emitir o el tipo de documento que tengáis que firmar.

En todo caso el objetivo final siempre será poder asegurarnos que el mensaje quede intacto o bien se pueda asegurar que quien ha firmado eso eres tú y nadie más.