Los aspectos positivos de la inmigración

Si bien es cierto que mucha gente ve con cierta reticencia la llegada de inmigrantes extranjeros, especialmente en los últimos tiempos, la realidad es que la llegada de personas tiene múltiples beneficios, sobre todo en aspectos económicos, laborales y sociales. Evidentemente, cada persona tiene su visión al respecto, pero hay ciertos datos objetivos que vamos a tratar de repasar para defender la conveniencia de la llegada de inmigrantes.

En primer lugar, la llegada de inmigrantes supone una mayor flexibilidad en el entorno laboral. Aunque se puede criticar que la mano de obra provenga de extranjeros, lo cierto es que muchos españoles rechazan empleos que podría sacarlos del paro. En ese sentido, industrias tan importantes en España como la automovilística han sabido recurrir a estas personas, que son mucho más flexibles en lo que condiciones y horarios de trabajo se refiere.

Asimismo, el crecimiento del PIB se ha visto claramente influido por un reforzamiento empresarial. En él han entrado en juego diferentes agentes extranjeros, tanto en los influjos de capital necesarios para continuar creciendo como por los recursos humanos a los que se han podido acceder. Es cierto que hay quienes afirman que sin la llegada de la inmigración no se podría haber dado un crecimiento como el que hemos vivido, pero lo que sí que queda claro es que en términos de Producto Interior Bruto ha sido un punto a favor.

Uno de los grandes nubarrones negros que planea sobre España es el de las pensiones. La actual composición de la población de pirámide inversa, unido a los continuos recortes que está sufriendo el fondo de las pensiones, nos aboca a un futuro más que complicado en cuanto a mantener el sistema actual. Por ello la natalidad es tan importante. Sin embargo, en España las tasas serían muy bajas de no ser por los inmigrantes. Desde la década de los 90 se vive un estancamiento en la natalidad, con el consecuente envejecimiento de la población, que ahora comienza a repuntar hasta tasas anuales positivas (1,1 %) gracias a las mujeres inmigrantes. Evidentemente, una coyuntura tan problemática no se arregla únicamente teniendo hijos, pero sí que es cierto que, a largo plazo, se tiene un poco más de margen para manejar presupuestos. Y el tiempo es oro, nunca mejor dicho.

Por último, uno de los grandes beneficiados de la llegada de inmigrantes son los ingresos públicos, que aumentan de manera exponencial, tanto directos como indirectos. Solo entre aportaciones a la Seguridad Social, IVA, IRPF e Impuestos de Transmisiones Patrimoniales, la cantidad asciende a más de 10 mil millones de euros al año. Asimismo, los ingresos indirectos y no cuantificables suponen del orden de entre 1000 y 3000 millones de euros anuales. Del mismo modo, las tasas e impuestos que se aplican al tabaco, alcohol, gasolina, etc. también aumentan, aunque sea complicado hacer una estimación.

En definitiva, a pesar de los argumentos que esgrime mucha gente en contra de la inmigración, no se puede negar que también hay una serie de factores objetivamente positivos para el desarrollo del país.