¿Qué puede suponer el Brexit en el futuro?
Se ha hablado largo y tendido sobre las consecuencias del Brexit, pero con la calma y la perspectiva que da el paso del tiempo tras el referéndum, volvemos al Reino Unido para echar un vistazo a uno de los movimientos políticos más importantes de los últimos tiempos.
El problema es que es muy difícil hacer análisis económicos cuando hay tantos factores desconocidos. Según el informe del Tesoro de mayo de 2016 sobre el impacto a corto plazo de una votación para abandonar la UE, para el próximo verano el desempleo aumentaría entre 400.000 y 800.000 personas y la economía estaría en recesión. Todavía no está en ese punto, pero hasta ahora el desempleo ha seguido disminuyendo y con un 4,3 por ciento es el más bajo desde la década de 1970, y ningún pronosticador general predice ahora una recesión el próximo año. Lo único que el informe acertó fue la caída de la libra esterlina.
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Perspectivas económicas en el aire
La interrupción económica siempre perjudica el crecimiento. Cuanto más duro sea el Brexit, más rápido se disociará la economía británica de la europea. Y en una perspectiva de 10 años, lo que suceda en las negociaciones será eclipsado por otros factores económicos.
No va a haber una ruptura completa del comercio con el continente europeo -esto no es la Segunda Guerra Mundial-, por lo que estamos hablando de una pérdida de producción en una escala descendente de cero a una recesión similar a la de 2008/9, como ha reconocido David Davis. Pero, y esto es importante, este shock no va a durar más de un año. Las economías son muy robustas a la hora de ajustar si tienen una moneda flexible. Un Brexit duro significaría que el tipo de cambio tomaría la tensión y el país se volvería supercompetitivo; una prueba de ello es la forma en que la confianza de fabricación se ha disparado en los últimos meses.
¿Significaría un Brexit duro que las cosas serían realmente tan diferentes en 10 años o más bien que serían de otro modo? En el lado negativo, un Brexit duro habría significado perder el acceso abierto a un mercado enorme pero de crecimiento lento. Desde un punto de vista positivo, Reino Unido estará obligado a centrarse en mercados aún más grandes y de crecimiento más rápido, pero inicialmente sin un acceso tan fácil para los nuevos acuerdos comerciales esto llevará un tiempo para negociar.
Impacto sobre estudiantes y jóvenes trabajadores
Las normas de libre circulación de la UE permiten una inmigración más fácil a otros países europeos, simplificando así el proceso de estudios en el extranjero tanto para estudiantes británicos como de la UE. Entre 1987 y 2013, más de 200.000 estudiantes británicos han estudiado en el sistema Erasmus de las universidades europeas. El número de estudiantes de la UE en el Reino Unido supera los 125.000 (aproximadamente el 5%), lo que a su vez se calcula que ha contribuido con 2.700 millones de libras esterlinas a la economía británica, así como con 19.000 puestos de trabajo adicionales.
Los residentes de los países de la UE suelen poder estudiar en otros países de la UE como “estudiantes de origen”. En comparación con las tasas que se cobran a los estudiantes internacionales, las tasas de matrícula en el hogar son generalmente más bajas o inexistentes. En el Reino Unido, los estudiantes internacionales tienden a pagar entre £15000 y £25000 al año por el mismo curso.