El vino y su exportación, en auge pero con restricciones

Hay mercados que se han mantenido estables o que incluso  están creciendo mucho en estos últimos años. El vino es uno de ellos y quien trabaja con ello, lo sabe. España exporta casi la mitad de su producción, lo que vendría a ser unos 2.500 millones de litros anuales, donde casi la mitad (el 40%) son a granel. Y no se acaba aquí el negocio, porque también hay muchos inversores extranjeros que se están interesando por todo el proceso entero, desde la gestión de las bodegas (entera o parcial) hasta los propios viñedos.

¿Quién quiere nuestros vinos?

 

Hoy por hoy, España se sitúa prácticamente a la frente del mercado. Somos los primeros productores de vino del mundo a pesar de que no somos los que más consumimos. Países europeos como Francia o Italia nos pasan la mano por la cara a la hora de beber (y exportar, cabe decirlo). También somos los que tenemos las extensiones más grandes de viñedos, que actualmente cuentan con prácticamente un millón de hectáreas, lo que nos hace producir unos 45 millones de hectólitros anuales, mucho más que nuestros vecinos europeos. Por si fuera poco, también somos los que tenemos los vinos de más alta calidad.

Si sumamos todos los factores positivos (calidad y cantidad) el resultado es que lo tenemos todo a favor para exportar con éxito. Ahora bien, no es oro todo lo que reluce y a veces pueden haber algunos que otros inconvenientes.

Algunos datos de interés

  • La OIV (Organización Internacional de la Viña y el Vino) ha certificado una vez más que el consumo mundial no está de capa caída, al contrario, hay mercado de sobras y son muchos los países que están interesados en su compra y en su consumo.

 

  • China y Estados Unidos se presentan como los dos grandes importadores de vino nacional, siendo China el quinto consumidor mundial con casi 2.000 millones de botellas, que sería una tercera parte de ello vino importado. También hay otros mercados emergentes que empiezan a estar muy interesados en este producto, como Nueva Zelanda, India, Brasil o Suráfrica, que hasta ahora prácticamente no consumían.

 

  • Francia e Italia son a día de hoy los mayores importadores. Francia se lleva el 19% del mercado mundial, seguido muy de cerca por Italia. Francia está facturando casi 8.000 millones de euros y Italia poco más de los 5.000 millones. Desde luego España está bastante atrás (como ya hemos dicho, estamos más o menos sobre los 2.500 millones de euros) pero es que el proceso de externalización de las empresas ha llegado un poco más tarde y aún le queda bastante camino por recorrer.

 

  • Aún así, exportamos el doble que hace diez años, lo que significa que poco a poco hemos ido aprendiendo a hacerlo. Pero, como ya hemos dicho, no es oro todo lo que reluce y el 60% de estos vinos son a granel y se envían principalmente a Italia y Francia. Por tanto, cuentas claras: los principales países exportadores de vinos se aprovechan de los vinos a granel a bajo precio, por lo que nosotros vendemos a una media de 1,05 euros el litro mientras que Francia lo vende a 5,37 de media. Las cuentas son fáciles de hacer, y sin duda esto es un grave problema que se debería solucionar a nivel de país para poder vender en botella etiquetada a precios más altos. La materia prima está ahí. Incluso Portugal o Sudáfrica están vendiendo el litro de vino a precios más caros.

Tenemos el reto de vender el vino a precios más elevados para poder ser pioneros en el mercado internacional. Si tenemos los viñedos más extensos y una buena calidad, ¿qué más nos hace falta?

Principales exportadores españoles

Gracias a los informes del ICEX, podemos saber cuáles son las empresas que exportan vino en otros países. Los resultados son sorprendentes: hay unas 3.900 empresas que lo hacen, siendo las más importantes Freixenet (234 millones de euros), García Carrión (180 millones de euros) y United Wineries (130 millones de euros). En esta lista están también otros gigantes como Codorniu o Miquel Torres. Los países que reciben más vino español son Estados Unidos (40% de bodegas envían hacía allí), Canadá, Rusia y China. Pensad también que muchas de las grandes empresas tienen “marca blanca” para poder vender también barato cuando la ocasión lo merece.